martes, 17 de noviembre de 2009

“Gaudium et spes” y el Mundo Actual

Las perennes amenazas a la vida, a la persona humana, sobre todo de los débiles, los más pobres, de las que somos testigos en nuestro medio y las aterradoras estadísticas dicen que cada vez empeora más. Empiezo analizando la realidad actual iluminada con los desequilibrios que nos presenta la encíclica; los contrastes entre las riquezas, poder económico de nuestro mundo y el hambre, la miseria, el analfabetismo, la falta de libertad, la esclavitud psicológica y social que hay en él; ante esta realidad me pregunto: ¿Qué se puede hacer por el ser humano y por este mundo? ¿Cómo podemos promover a la persona humana? ¿Dónde queda la dignidad de toda persona?

Esta realidad actual comenzó a vivenciarse luego de la segunda guerra mundial, el mundo había vivido un gran cambio, y en tiempos de crisis fue cuando algunas sectores lograron posicionarse por sobre otros, dejando en desventajas a ciertos sectores de la población mundial. La iglesia hasta antes de la guerra tenía una visión del mundo, y una forma de involucrarse con los creyentes. Mas luego de este hecho tuvo que replantearse su posición en cuanto doctrinas sociales se tratara. Aquí fue donde cuatros lustros después de finalizada la guerra mundial, se proclamo este concilio pastoral, conocido como Gaudium et spes.

Comencemos por las preguntas esenciales que todos alguna vez nos hemos hecho ¿Qué es el hombre? ¿Es al azar su existencia? ¿Dios es nuestro creador? ¿Realmente existe Dios?

El hombre es cuerpo y alma, es una criatura de Dios. Dios nos dio una gran interioridad, la cual nos hace superiores al universo entero, pero debemos tener claro que esta superioridad se basa en el hecho de reconocer a Dios como nuestro creador, y no ser nosotros quienes nos creamos Dioses. Como también la superioridad intelectual, esta debe perfeccionarse por medio de la sabiduría, lo cual lleva a la mente del hombre a la búsqueda y al amor de la verdad y el bien. Sobre todo el hombre necesita de esta sabiduría para humanizar todos los nuevos descubrimientos de la humanidad. Sin ir mas lejos, un hombre que no tenga conciencia de su ser, podría traer catastróficas consecuencias a su comunidad, ya que no actuaría con este conocimiento que nos diferencia de otras especies. Actualmente muchos científicos se han alejado de la iglesia, de Dios creyéndose ellos mismos dioses, tratando de demostrar que no existe, pero son ellos los débiles que temen asumir y creer el hecho que fuimos creados por Dios. El hombre teme ser vulnerable, o tener a alguien que este por sobre él, que sea capaz de ver la inferioridad y pobreza de su ser, por ello la conciencia es el núcleo mas secreto de todo hombre, muchas veces ni siquiera nosotros la conocemos por completo.

“La fidelidad a esta conciencia une a los cristianos con los demás hombres para buscar la verdad y resolver con acierto los numerosos problemas morales que se presentan al individuo y a la sociedad”

“La orientación del hombre hacia el bien sólo se logra con el uso de la libertad, la cual posee un valor que nuestros contemporáneos ensalzan con entusiasmo. Y con toda razón. Con frecuencia, sin embargo, la fomentan de forma depravada, como si fuera pura licencia para hacer cualquier cosa, con tal que deleite, aunque sea mala”

Todo hombre es libre de pensamiento, libre de expresión, pero muchas veces esto se ve mal influenciado por conceptos erróneamente conocidos, esta libertad esta totalmente ligada a nuestra conciencia, ya que es esta la que nos guía a actuar de una forma, si esta conciencia esta alejada del conocimiento de la superioridad interior que poseemos, es que en la actualidad se nos presentan los problemas morales, tales como, el aborto, la eutanasia, la eugenesia entre otros.

¿Puede el hombre decidir quien vive y quien no? Si Dios nos crea, ¿puede el hombre romper esta creación? ¿Dónde queda la dignidad de aquel ser, que vive, que no se puede defender por si mismo? ¿Dónde queda la dignidad de aquel que renuncia a vivir? ¿Dónde esta la dignidad de un ser creado según el gusto de sus padres? Cuando naces estas interrogantes, es porque hemos dejado de lado la noción que Dios nos crea, somos fruto de su amor. “La dignidad humana requiere, por tanto, que el hombre actúe según su conciencia y libre elección” “Cada cual tendrá que dar cuanta de su vida ante el tribunal de Dios según la conducta buena o mala que haya observado”

Cuando llegue el final, solo cada uno de nosotros sabrá lo bueno y lo malo que realizó en su vida, cada uno estará consciente de sus actos, y suele ser aquí, en el final que es cuando las personas que en su vida no tenían la conciencia de Dios creador, son capaces de vislumbrar lo ciego que han sido. Y aquí nace el gran temor de todos, el temor por la desaparición perpetua, pero cuando “el hombre es capaz de reflexionar, la fe, basada en sólidos argumentos, responde satisfactoriamente al interrogante angustioso sobre el destino futuro del hombre y al mismo tiempo ofrece la posibilidad de una comunión con nuestros mismos queridos hermanos arrebatados por la muerte, dándonos la esperanza de que poseen ya en Dios la vida verdadera”

¿Cuántos hombres, no es en la adversidad sino que se acercan, y aceptan a Dios? Necesitamos creer, necesitamos esa fuerza que nos haga seguir en esta travesía, conocida como vida, este regalo que nos ha sido otorgado, necesitamos creer que estamos aquí por alguna razón, que tenemos una misión en la vida. En fin, creer es una opción, ante lo cual nace un nuevo problema, ¿Qué pasa cuando no crees?

Uno de los principales problemas que la iglesia plantea, es el Ateísmo. Hoy en día suele ser más fácil creer en corrientes paganas como el horóscopo, el tarot, las runas que creer en Dios.

“El ateísmo nace a veces como violenta protesta contra la existencia del mal en el mundo o como adjudicación indebida del carácter absoluto a ciertos bienes humanos que son considerados prácticamente como sucedáneos de Dios”

¿Qué es el mal? “El mal no existe, Señor, o por lo menos no existe por sí mismo. El mal es simplemente la ausencia del bien… De conformidad con los anteriores casos, el mal es una definición que el hombre inventó para describir la ausencia de Dios.” Dios no creó el mal. … El mal es el resultado de la ausencia de Dios en el corazón de los seres humanos. Es igual a lo que ocurre con el frío cuando no hay calor, o con la oscuridad cuando no hay luz.” Albert Einstein

El Ateísmo es el camino más fácil, que justifica el actuar sin pensar, el culpar a Dios de los males que nos aquejan, el sentirse con el derecho de la libertad solo cuando se asuma que los hombres son los únicos creadores de su vida, y que estos mismos dirigen su historia. La iglesia se encuentra en total desacuerdo con el ateismo, simplemente por que este priva al hombre de su enorme grandeza.

La Iglesia afirma que el reconocimiento de Dios no se opone en modo alguno a la dignidad humana, ya que esta dignidad tiene en el mismo Dios su fundamento y perfección”

Por ello cuando antes nos preguntábamos ¿Dónde queda la dignidad de aquel ser, que vive, que no se puede defender por si mismo? ¿Es por eso que los hombres se niegan a creer? Creo que el hombre ha elegido el ateismo, ya que así se libera del “castigo” que la religión, Dios y el medio le imponen, es una rebeldía, un acto violento que va contra la naturaleza del ser humano. Pierde su dignidad aquel que atenta contra la vida. Mas aun el que no cree en Dios, aun es digno, no por que él no crea, Dios deja de amarlo, o considerarlo su criatura. Cuando se falta a este fundamento, la dignidad sufre serias lesiones, las cuales mas tarde llevan al hombre a la desesperación.

Dios nos llama a pensamientos más altos y una búsqueda más humilde de la verdad. ¿No es este un gran ideal? Entonces porque no aceptarlo. Si hoy en día una “X” persona dijera esto, miles lo seguirían inmediatamente, pero cuando decimos que Dios nos pide esta forma de actuar en la vida, son miles quienes nos señalan, son miles quienes blasfeman, son miles los que hablan sin saber bien en verdad que es lo que critican, y a que se niegan.

La Iglesia busca que tantos creyentes como no creyentes, sean parte de la edificación de este mundo, que todos vivamos en sana armonía, que la dignidad de toda persona no se pase a llevar, estos deseos son los mismos que se encuentran el corazón de todos los humanos, entonces me pregunto, ¿Por qué nos negamos a este deseo? No se si soy yo, o el mundo al revés, que no veo mal intención en estas palabras, todos deseamos un mundo en el cual podamos vivir en fraternidad como hermanos que somos, todos hechos a imagen y semejanza de Dios. Si existe un mal, es porque hemos permitido la ausencia de Dios en nuestras vidas, pero el hombre no se ha dado cuenta del enorme gozo que provoca aceptar la divinidad en nuestras vidas. Y sobre todo cuando uno deja el egocentrismo de la época actual en que vivimos, donde las rivalidades y competencias se encuentran en su máximo nivel, es allí donde nos encontramos en plenitud, cuando nos entregamos a los demás. Si todos actuásemos así tendríamos un mejor mundo, sin tantos malos, como los que mencionan los efervescentes ateos

“Es, pues, necesario que se facilite al hombre todo lo que éste necesita para vivir una vida verdaderamente humana, como son el alimento, el vestido, la vivienda, el derecho a la libre elección de estado ya fundar una familia, a la educación, al trabajo, a la buena fama, al respeto, a una adecuada información, a obrar de acuerdo con la norma recta de su conciencia, a la protección de la vida privada y a la justa libertad también en materia religiosa”

“El orden social hay que desarrollarlo a diario, fundarlo en la verdad, edificarlo sobre la justicia, vivificarlo por el amor”

La iglesia en su máxima expresión, esta en busca de un mundo justo, donde cada uno sea tratado con los mismo derechos, dignamente, que no exista esclavitud de ningún tipo, que seamos capaces de dar mas, que intentar recibir. Solo cuando esto ocurra tendremos un mundo justo. La iglesia nos llama a la hermandad, nos pide que nos demos cuenta que si Jesucristo fue capaz de dar su vida por nosotros, fue por amor, y no hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Los hombres no fuimos hechos para vivir solos, o independientes unos de otros, fuimos hechos para vida en comunidad.

Se nos pide ser solidarios, nos es primero el que quiera ser primero, sino es primero quien da para todos, y es el último, es este el tipo de persona que Dios quería que fuésemos.

¿Qué nos paso, que hemos olvidado esto? ¿Cómo arreglar esto? ¿Tiene solución?

¿Tiene sentido lo que nos dice la Iglesia? Y claramente que tiene sentido lo que la iglesia nos pide, pero es que estamos tan absortos en el mundo en que vivimos que nos olvidamos de pensar en mas que nosotros.

¿Qué pasaría si un día, todos siguiésemos lo que se nos pide? Sería un mundo tanto mejor… pero aun cuando existan hombres que quieran ser Dioses, aun cuando existen hombres que juegan a ser Dioses, el hombre seguirá bajo una esclavitud de alma y conciencia. Y por ende no podrá comprender la grandeza que posee en sus manos. Mas aun nos queda la esperanza de un mundo mejor.